Tienen una amplia gama de aplicaciones, principalmente en infraestructuras eléctricas y de telecomunicaciones donde se requiere proteger el cableado o mejorar la estética urbana.
-
Distribución de energía eléctrica
-
- Redes urbanas de media y baja tensión: para evitar contaminación visual y riesgos por condiciones climáticas.
- Redes de alta tensión: en zonas donde las líneas aéreas son inviables por espacio, estética o normativas.
- Zonas residenciales, comerciales e industriales: para asegurar una alimentación eléctrica segura y continua.
-
Infraestructura de transporte
- Aeropuertos, estaciones de tren y metro: para alimentación de señalización, iluminación y sistemas de control.
- Carreteras y autopistas: alimentación de luminarias, semáforos y sistemas inteligentes de tráfico.
-
Proyectos especiales y sensibles
- Hospitales, centros de datos y edificios gubernamentales: por seguridad, estabilidad y necesidad de continuidad eléctrica.
- Zonas protegidas o patrimoniales: donde las instalaciones aéreas no están permitidas.
-
Energías renovables
- Conexión de parques solares o eólicos a subestaciones, ya que muchas veces estas instalaciones están en zonas rurales o remotas.